Vivimos nuestro primer Lunes juntos. El proceso de conocernos y cogernos confianza va lento pero sin pausa. Continuamente, diciéndolo o no, estamos pactando y negociando este acompañamiento mutuo que nos hacemos.
La semana pasada le conté a Álex que me había comprado el cuponazo del Viernes. Me explicó que si estás convencido de que ganarás el premio, debes apostar al XXL; si no las tienes todas contigo mejor apostar al XL; y si tienes muchas dudas de que te pueda tocar, pues mejor probar suerte con el L. Finalmente postuló: -la lotería no es cuestión de suerte, sino de confianza-. Inmediatamente me acordé de Jorge Bucay defendiendo que "no es cuestión de tener esperanza, sino de no esperar sentado"...¡MAGNÍFICO!
También, el otro día, nos vimos obligad@s a echarle una carrera al metro. Viendo que se nos escapaba, Ález arqueó el cuerpo, puso rígido el cuello y corrió con la técnica del avestruz a muchísimos kilómetros por hora.
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"Exactamente así" |
Yo le seguí a duras penas consiguiendo llegar a meta. Ante nuestro frenazo dentro del vagón, el público (pasajer@s) con los ojos iluminados, mostraban su orgullo por la gran batalla acontecida. De repente, en tercera posición, consigue entrar una chica antes de cerrarse las puertas. Álex, que no le falta humildad, ni coro ni perezoso, se irguió para aplaudir dicha hazaña. La chica sonrojada levantó la mirada para sonreírle sabedora de que nunca podría vencerle.
Tras el fin de semana fuera de Madrid, hoy Álex, se mostraba algo cansado e inquieto. A tod@s nos pasa que existen ciertas nomas sociales convencionales que no entendemos, no nos gustan y/o no las aplicamos. Álex tiene ciertas dificultades para algunas de ellas porque las percibe de un modo más abstracto que la gran mayoría. Por eso le llaman mago...
El caso es que esto a veces puede traerle problemas por la ansiedad que le genera la ignorancia y/o desconocimiento del resto. Por ello, y para facilitar nuestros viajes, he elaborado un "Pacto entre caballeros" que ambos debíamos firmar y procurar cumplir:
Firmamos con la responsabilidad de apoyarnos el uno en el otro y con el firme compromiso de mezclarnos entre los atajos que ofrece el metro. Y como lo prometido es deuda, le regalo un plano de metro de Barcelona y otro de cercanías...imaginaos su alegría ferroviaria mal disimulada con gestos que dicen completamente lo contrario:
Le pregunto qué le gustaría ser de mayor.....y aunque la pregunta me la contestó hoy, vosotr@s recibiréis la respuesta mañana...recomiendo humildemente no perdérsela...